No voy a negarte que has marcado estilo, que has patentado un modo de andar sin despeinarte por el agudísimo filo de la navaja de esta hespidita ciudad…
sabias hacer turismo al borde del abismo pero creo que de un tiempo a esta parte te has deslizado al lado marrón, tu que eras un maestro en el difícil arte de no mojarte bajo un chaparrón.
Buscando en la basura un gramo de locura, dime que es falso que ya nunca escribes que has empeñado el reloj de Raquel, que tu corazón no haya quien lo motive, que has perdido siete kilos en un mes,
¿como te has dejado
llevar a un callejón sin salida,
el mejor dotado
de los conductores suicidas?