¿Realmente me has querido? Este albún de fotos ya a quedado vacio, porque tus palabras, las que me abrasaban, ya no queman. Ni si quiera escuecen. Y ahora con esto llegan los momentos de confesión. Como aquel entonces, ahora, en el vacío, en el infinito, en todo mi ser, en la nada, en mi nombre, en mi cuerpo, en la luna. Eres el modelo de todas aquellas pasarelas que ambos construimos juntos, pasarelas en lo que lo importante éramos nosotros, pasarelas que tapaban kilómetros y que al final nos hundían en unbeso en las llanuras abismales de nuestro corazón. En cada mente hay una historia que contar, algo acaecido o aún por sobrevenir, en algún lugar se contiene, tal vez en un número que tu conozcas o tal vez desaprendas de ello. La Luna tomamos como símbolo una vez, la Luna, tan pura que es capaz de unirnos en el amparo de su imagen, de su lado oculto manan misterios que anhelo, que ansías. Con su luz todas las noches engendraba el sueño de un sino compartido. Un hado para vivir en el propio lugar donde nuestras lágrimas un día cayeron, risas que jugaban, ilusiones concebidas por dos en un mismo instante cual devastador efecto de la llamada adoración. Tornaba oscura la noche en el centro de nuestra utopía, cuando el corazón al fin se relajaba y nuestro cerebro asomaba por encima. La visión de nuestra vida a la caída de los párpados, cuando estos tomaban la rendición ante nuestro cuerpo, ante la imagen de un ti perfecto, de un sueño por momentos verídico. La aparición de la realidad que derrocaba rápidamente al mundo fraudulento cual partida de ajedrez con su "Jaque Mate" por himno. Entonces enroco, la torre es asesinada y la locura crece. Nunca tuve límite por ti, nunca me planteé hasta donde llegar, cuando todo se hizo tarde y la locura aumentó, locura por perderte, necesidad de olvidarte convertida en tragedia, una vida muerta, una ilusión caída, visiones jamás existidas, sueños que quedaron incompletos. Esta es mi realidad. Esta es tu existencia. Esta es la ULTIMA carta que te escribo.
martes, 31 de enero de 2012
domingo, 29 de enero de 2012
Éramos preciosos, somos unos inútiles.
Éramos encantadores.
Lejano nos resulta ya el tiempo en que nuestra única aspiración era jugar con juguetes de plástico y color. Allá cuando la mayor tristeza nos atacaba cuando rayábamos un videojuego, o cuando el video no funcionaba:.
Cuando la frustración mas profunda nos corroía al no lograr avanzar sin los ruedines de la bicicleta y la mayor felicidad, venia de la mano de los reyes magos.
Éramos lo que queríamos ser sin tener en cuenta más sucesos que nuestro caminar constante.
Y ahora de pronto, somos jóvenes.
No sabemos desde cuando, no queremos centrarnos en ello. No tenemos ganas. Queremos hablar de mil cosas, sin que nadie lo sepa. No queremos que nos pregunten, insinúen o recuerden en qué estábamos pensando cuando rompimos la barrera.
Yo, personalmente, no recuerdo qué pasó, pero la inexpugnable muralla que nos protegía y nos daba fuerza, labrada costosamente por nuestros padres, se tornó un día de tierno algodón.
Irremediable, Imparable, y bello.
Nos atrajo a cada uno de nosotros con ese olor afrodisíaco, ese color brillante y suave, ese tacto que nos puso a todos la piel de gallina, acompañado del susurro, que nos guiñó el ojo diciendo: “Ven, ven a por mí. Tengo una interminable lista de cosas prohibidas que te harán sentir bien.” Y al entrar en contacto con él…
Miedos, Rencor, Vergüenza, Preocupación, Nervios, Envidia, Añoranza, Tristeza, Realidad…
De pronto somos nosotras las que llevamos los tacones de nuestras muñecas, somos nosotros los que bebemos cerveza después de un duro día de trabajo cuando de donde venimos… es del colegio.
Es muy fácil hoy en día, tener más edad de la que tu vida ha durado.
¿Cuántas generaciones predijeron que acabaríamos con la felicidad tan pronto?
Ahora que el giro que queremos dar a nuestras vidas se mide en grados de alcohol, ¿Seremos mas sabios si admitimos que estábamos equivocados? ¿Qué nos garantiza que habrá alguien para cuidarnos si decidimos volver a tener 15 años?
Hemos perdido toda la felicidad que había en el camino, por llegar primeros a la cima, y nos erguimos (¿Orgullosos?) sobre una montaña de mentiras que han constituido las noches que no eran nuestras.
Queda mucho porvenir, aún podemos volver atrás pero,
¿Dónde ha ido nuestro encanto?
Lejano nos resulta ya el tiempo en que nuestra única aspiración era jugar con juguetes de plástico y color. Allá cuando la mayor tristeza nos atacaba cuando rayábamos un videojuego, o cuando el video no funcionaba:.
Cuando la frustración mas profunda nos corroía al no lograr avanzar sin los ruedines de la bicicleta y la mayor felicidad, venia de la mano de los reyes magos.
Éramos lo que queríamos ser sin tener en cuenta más sucesos que nuestro caminar constante.
Y ahora de pronto, somos jóvenes.
No sabemos desde cuando, no queremos centrarnos en ello. No tenemos ganas. Queremos hablar de mil cosas, sin que nadie lo sepa. No queremos que nos pregunten, insinúen o recuerden en qué estábamos pensando cuando rompimos la barrera.
Yo, personalmente, no recuerdo qué pasó, pero la inexpugnable muralla que nos protegía y nos daba fuerza, labrada costosamente por nuestros padres, se tornó un día de tierno algodón.
Irremediable, Imparable, y bello.
Nos atrajo a cada uno de nosotros con ese olor afrodisíaco, ese color brillante y suave, ese tacto que nos puso a todos la piel de gallina, acompañado del susurro, que nos guiñó el ojo diciendo: “Ven, ven a por mí. Tengo una interminable lista de cosas prohibidas que te harán sentir bien.” Y al entrar en contacto con él…
Miedos, Rencor, Vergüenza, Preocupación, Nervios, Envidia, Añoranza, Tristeza, Realidad…
De pronto somos nosotras las que llevamos los tacones de nuestras muñecas, somos nosotros los que bebemos cerveza después de un duro día de trabajo cuando de donde venimos… es del colegio.
Es muy fácil hoy en día, tener más edad de la que tu vida ha durado.
¿Cuántas generaciones predijeron que acabaríamos con la felicidad tan pronto?
Ahora que el giro que queremos dar a nuestras vidas se mide en grados de alcohol, ¿Seremos mas sabios si admitimos que estábamos equivocados? ¿Qué nos garantiza que habrá alguien para cuidarnos si decidimos volver a tener 15 años?
Hemos perdido toda la felicidad que había en el camino, por llegar primeros a la cima, y nos erguimos (¿Orgullosos?) sobre una montaña de mentiras que han constituido las noches que no eran nuestras.
Queda mucho porvenir, aún podemos volver atrás pero,
¿Dónde ha ido nuestro encanto?
Éramos preciosos, somos unos inútiles.
domingo, 22 de enero de 2012
Tal vez, lo que te hace grande no sea difícil de ver. Tal vez, cada guiño esconda la llave que intentas tener.
¿Qué que queremos las mujeres? Poco en realidad. Queremos supermanes. Queremos tios fuertes, pero que tengan tipin, que tengan pinta de atormentados pero que sean graciosos. Nos gustan poetas, pero un poco brutos. Queremos que sean constantes pero que sepan sorprendernos, queremos que sean sinceros pero que conserven el misterio, que esten locos por nosotras pero que pasen de nuestro culo. Queremos que sean guapos pero que la belleza no importe. Queremos super heroes del equilibrio. Queremos que tengan la capacidad de abrir el cielo pero solo para cada una de nosotras. Queremos que no tengan secretos pero también que sean como desconocidos y que cada vez que les veamos nos cosquilleén unas hormiguitas en el estómago, si, lo queremos todo. Pero en realidad lo que queremos es relativamente simple...
We will make the beginning of the end.
jueves, 19 de enero de 2012
Nadie es perfecto
Sí, tengo un montón de defectos, no me importa admitirlo. No pienso en las consecuencias que puede tener lo que hago, simplemente, lo hago. Lloro demasiado, por cosas sin sentido. No tengo unos ojos impresionantes, ni un pelo perfecto. Siempre me pueden los nervios. Me enfado fácilmente, a veces por tonterías, y o me dura dos minutos, o me dura días. Pido perdón, y aunque lo haga de corazón, pasará lo mismo dentro de nada. me encantan los pequeños detalles. Sonrío sin ningún motivo.
Tengo mis días: si me levanto con el pie izquierdo, no habrá quien me aguante, pero si me levanto de buen humor, aunque no quieras, te acabará doliendo la tripa de tanto reír.
Pienso que las cosas nunca cambian, pero también pienso que si se cierra una puerta, se abre otra.
No soy perfecta pero, ¿acaso alguien lo es?
lunes, 16 de enero de 2012
Lejos de la culpabilidad.
Llevo mucho tiempo pensando en quien tiene la culpa y creo que ya comienzo a entenderlo:
lás matemáticas tuvieron la culpa de todo lo que nos paso. Si nunca nos salieron las cuentas no fue por nuestra culpa, sino por los caprichos de los números al cruzar nuestra existencia. Yo solo trataba de sumarle a nuestro colchón unos cuantos suspiros, pero eso es algo que no funciona si le restas importancia a mis sentimientos. Me empeñaba en llevarte flores nueve dias por semana y solo daba contigo cada 30 de Febrero. El denominador común de nuestra relación fueron los malentendidos al cuadrado y las probabilidades de fracaso cada vez mayores. Nose si deberia dejarlo aquí, porque me temo que no hay teorema que pueda dar solución al problema entre tu y yo, hay demasiadas variables.
lás matemáticas tuvieron la culpa de todo lo que nos paso. Si nunca nos salieron las cuentas no fue por nuestra culpa, sino por los caprichos de los números al cruzar nuestra existencia. Yo solo trataba de sumarle a nuestro colchón unos cuantos suspiros, pero eso es algo que no funciona si le restas importancia a mis sentimientos. Me empeñaba en llevarte flores nueve dias por semana y solo daba contigo cada 30 de Febrero. El denominador común de nuestra relación fueron los malentendidos al cuadrado y las probabilidades de fracaso cada vez mayores. Nose si deberia dejarlo aquí, porque me temo que no hay teorema que pueda dar solución al problema entre tu y yo, hay demasiadas variables.
domingo, 15 de enero de 2012
¿Cuánto tiempo crees que aguantarás?
¿Cuántas gotas tienes que dejar caer hasta ver la marea crecer? ¿Cuántas veces te ha hecho sonreír?
¿Cuántas lágrimas vas a guardar en tu vaso de cristal?
Tienes que gritar salir, salir corriendo.
¿Si hoy digo White label tu en que whisky beberás?
La vida es simple recibes lo que has dado y para ser feliz tan solo hay que olvidar el pasado,
así que disfrutar chicas 16 que ningún hijo de puta os de menos de lo que os merecéis.
miércoles, 11 de enero de 2012
prefiero las verdades con espinas que las mentiras con seda
Aquel era el principio del camino del exceso y aprendimos la respuesta al enigma del querer.
"Intento entenderte como tu te entenderías,
intento entenderte
pero es que ya nos parecemos al punto de no hacerme falta, por que a los dos nos han hecho regalos. Intento entenderte porque yo también me he meado fuera de la taza, he bostezado con una alegría y a mi también me tiemblan las piernas en cada primer día; yo también he llorado por miedos, yo también me quedo secretos; yo también te quiero. Intento entenderte porque yo también huyo y evito lo que hace daño. Intento entenderte porque yo también e querido esperar por miedo. Intento entenderte por que yo también me escondo, también pase hambre y no se lo dije a mis padres, yo también he hecho daño pero ni un cuarto del que me han echo y mis heridas también sangran pero tengo una piel de mierda que cicatriza tarde; yo también. Tampoco se que hacer, y en un segundo me lleno de mierda otra vez y yo también me bloqueo. Intento entenderte a pesar de que yo también no olvide y olvide, me quedo mucho peor que en mi boceto mental y cada uno mueve el mundo en su manera circular. Intento entenderte, por que yo también hecho de menos a la vez que también me abraza la opresión, yo también me quedo a cuadros con el ambientazo del mundo, yo también ¡MADRE MÍA! yo también lanzo sonrisas al aire por que yo también quiero dejar de huir; intento entenderte por que confío en ti también, yo también creo en las personas y odio lo de los personajes. También intento entenderte para intentar que me entiendas. Intento entenderte por que a mi también me balancea la justicia y la suerte y a mi también me jode este instinto animal afligido, a mi también me parece un coñazo estar mal pudiendo estar todo en su sitio. Intento entenderte porque yo también e dado mas de lo que tenía y no e recibido mas que ostias a cambio. Intento entenderte por que yo también y te lo dije, que a mi también me abruma el cúmulo de arte y estoy muerta y pinto sombras, yo también odio la palabra "yo", cuando esta claro que estamos todos en fila como si fuéramos números que van en hilera, por que a mi también me han colocado en el medio, ni la primera ni la última , pero también quiero la felicidad universal y aprender corriendo y también me jode equivocarme demasiado en esto de entendernos. Intento entenderte, de verdad que quiero."
El hombre nace libre, responsable y sin excusas.
domingo, 8 de enero de 2012
Pienso, luego estorbo
Uno. Me cuesta hablar de cosas serias. Serias que implican sentimientos y cosas de esas, quiero decir. Y cuando digo sentimientos, digo sentimientos en general. Que el amor no tiene el monopolio de la palabra. Doy cientos, miles, millones de vueltas hasta decir lo que realmente quiero decir, si es que llego a conseguir decir algo. Me lío, me agoto a mí misma y acabo prefiriendo no decir nada. Los sentimientos son mutantes, volátiles, inestables, peligrosos, y a veces estallan sin previo aviso.
Dos. Las personas me ilusionan fácilmente, y puedo estar en ese estado de forma indefinida. Pero las personas son personas, y cometen errores. Si me desilusionan, ya no puedo volver atrás nunca más. No me sale.
Tres. Aunque no pueda volver atrás, la nostalgia siempre me está tocando las narices, y me hace querer disculpar continuamente los errores fatales con los que me han dado en la cara. Me hace querer hablar de cosas serias, me hace querer que todo vuelva a ser como antes.
Y eso no puede ser. Porque antes que el defecto número tres, vinieron los defectos uno y dos.
Dos. Las personas me ilusionan fácilmente, y puedo estar en ese estado de forma indefinida. Pero las personas son personas, y cometen errores. Si me desilusionan, ya no puedo volver atrás nunca más. No me sale.
Tres. Aunque no pueda volver atrás, la nostalgia siempre me está tocando las narices, y me hace querer disculpar continuamente los errores fatales con los que me han dado en la cara. Me hace querer hablar de cosas serias, me hace querer que todo vuelva a ser como antes.
Y eso no puede ser. Porque antes que el defecto número tres, vinieron los defectos uno y dos.
jueves, 5 de enero de 2012
Que a la puta oscuridad le sobran besos.
Tenemos esta montaña. Todo se basa en eso, es lo único que tenemos, nada más y espero que sepas eso aunque nunca sepas el resto. Cuenta las pocas veces que hemos estado juntos, ¡mide la puta correa con la que me atas y luego pregúntame por México y dime que me vas a matar por algo que no me das casi nunca! Yo no soy como tú . No , no me conformo con un par de polvos al año. ¿Eres demasiado para mi? . ¡Serás hijo de puta!
Ojalá hubiera sabido yo como dejarte..
Ojalá hubiera sabido yo como dejarte..
martes, 3 de enero de 2012
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