domingo, 4 de diciembre de 2011

Despertemos de una vez ese subconsciente nuestro, llamado a ratos m u s a, que tanto tiempo lleva roncando.



Olvidémonos por un momento de los manuales de autoayuda, las dietas equilibradas, las desintoxicaciones, la vida sana y todas esos cuentos tan siglo XXI
Diciembre ya no es tiempo de dietas del bikini, y ya urge madrugar para estudiar.

Dejémonos también de luces de neón y alcohol barato. Juguemos a ser ninfas bailando con el resplandor de una lámpara a medio gas. 

Llenemos copas de hadas verdes, y libretas de marañas de sentimientos. Prendámosle fuego a ambas.
Gocemos la noche en buena compañía, escribamos historias de desamores en la hora en que los besos saben a alquitrán.
Toma asiento en primera fila y asiste a la decadencia de la fiesta. Siente un brazo en tu cintura doce horas más tarde de la línea que cerraba la crónica de tu diario.
Pídele la hora a ese muchacho de ojos verdes. Recita con él en alto aquello de:

Tal como besa y muerde un pobre libertino
El seno martirizado de una puta vieja,
Así al pasar robamos un placer clandestino
Y lo exprimimos bien fuerte, como a una naranja añeja.

Y exprime la naranja, hasta que ya no le quede zumo.
Y cuando eso pase, de nuevo, escribe.
Claro que, citando a un poeta de los de ahora,

 Si lo que quieres es vivir cien años
no pruebes los licores del placer.
si eres alérgico a los desengaños
olvídate de esa mujer.
compra una mascara antigás,
mantente dentro de la ley.
si lo que quieres es vivir cien años
haz músculos de 5 a 6.
y ponte gomina que no te despeine
el vientecillo de la libertad.
 funda un hogar en el que nunca reine
mas rey que la seguridad,
evita el humo de los clubs,
reduce la velocidad,
si lo que quieres es vivir cien años
vacúnate contra el azar.
deja pasar la tentación
dile a esa chica que no llame mas
  • Una de esas cartas que olvidé quemar.

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